Lesbianas y Gays Apoyándose en Cusco

17 de mayo de 2012

Una manera distinta (el me ama, yo lo amo)


Lo siento de una manera distinta.

Es una tarde de sol invernal, y por encima, nosotros; admiramos la luz vespertina bañando los tejados del distrito. Abrazamos tal  motivo desde la ventana de la habitación del último piso de un hotel.
Antes de ello, hubo mucha conversación animada, camaradería, quizás un par de tragos de vez en cuando y compañerismo. En ningún momento tomamos nuestras manos más que al estrecharlas, ni sentimos la mínima necesidad de hacer público nuestros más ocultos deseos.

Pero ahora que nuestra intimidad queda expuesta ante el sol invernal, desde la ventana de la habitación de un hotel; nuestros cuerpos se reclaman, las máscaras caen a medida que el deseo se transforma en algo más que puro instinto. Es el placer de entregarse en cuerpo y alma.

Envolviendo mis brazos en tu tibio cuerpo, sintiendo nuestros espasmos y rudas exhalaciones, tus pupilas dilatadas y mis caricias son nuestra forma de comulgar con el tiempo. Nuestra tregua durante la tarde, nuestra vida durante el ocaso. Aún somos jóvenes en nuestros deseos.

Nuestras sombras combatiendo en la pared van desapareciendo poco a poco, los deseos e ímpetus han sido domados como el buen cirquero hace con los leones más feroces, luces nocturnas atraviesan nuestra ventana y para completar el motivo central de la escena, nos encontramos recostados, mi amigo y yo, más desnudos que nunca.

Sólo un par de mágicas palabras, lo demás es cursilería…

Inocentes risas, deseos de verse otra vez, deseos de bienestar el uno al otro rodean el panorama final.
Nos despedimos.
El me ama, yo lo amo.
Lo sabemos.
Y somos sólo amigos.


(Entre dos chicos, no hay por qué sentir celos... Los celos son propios de chicas)

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